Jaime Berdugo Pérez es un abogado oriundo del municipio de Sabanalarga y muy familiarizado con la burocracia.

Sin embargo, sus pasos por el sector público no han dejado ningún tipo de huella. Más bien, ha sido el típico funcionario que pasa por los cargos, sin pena ni gloria. En medio de un discurso interminable, poblados de 'referencias', (que casi nadie indaga si existen) que lo convierten casi una 'casa de citas', en el aire.

Es así como se ha desempeñado como asesor jurídico de la Universidad del Atlántico, Secretario Privado del Senador Armando Benedetti, Secretario del Interior del Atlántico, Director del Área Metropolitana de Barranquilla y asesor del Distrito de Barranquilla.

En su paso por la administración distrital, bajo la égida del 'Súper secretario', anunció, dentro de sus estrategias de seguridad, la de acudir al Ejército Nacional para reforzar la vigilancia en los barrios considerados muy inseguros, lo cual quedó en simples promesas. Ni salió el Ejército, ni acabó con la inseguridad.

Como Director del AMB también fue incapaz de terminar muchos programas, civiles y obras de servicios públicos, así como tampoco mostró resultados con sus anuncios para acabar con los cobra diarios, que se han convertido en ruina para muchos y una gran amenaza para para la seguridad ciudadana. 

Solo anunciaba planes y programas pomposos y al primer filtro se desinflaban. 

Así fue en su ejercicio de 'súper secretario', con diversas funciones pero con poca gestión. Solo fotos y anuncios.

El fracaso también ha sido su gran aliado en sus intentos de llegar a la Gobernación del Atlántico y Asamblea Departamental.

Ahora, de súper secretario acaba de ser contratado (o premiado) como asesor especial del Congreso de la República. 

Dicen que algunos dirigentes son animales políticos, por su sagacidad y efectividad de gestión, pero en el caso de Jaime Berdugo representa la figura del gato. No por su astucia. Sino porque siempre 'cae parao'.